viernes, 31 de enero de 2014

Monedas cubanas... ¿en peligro de extinción?

Nancy Lara


El peso cubano es la moneda de curso legal en Cuba, y no me refiero al peso convertible, que surgió como un imperativo del periodo especial, sino a ese papel moneda que se divide en 5 monedas de 20 centavos; 20 monedas de 5 centavos y 100 monedas de un centavo, fracciones que en la actualidad son cada vez menos utilizadas en la cotidianidad. 




Es ya práctica común pagar un peso al subir al ómnibus metropolitano, que cuesta 40 centavos; en teléfonos públicos, en los cuales una llamada de tres minutos son solo cinco centavos. y para de contar porque por debajo del peso, no se oferta casi nada: el pan de cinco centavos que se vende por la libreta de abastecimiento; un cigarro, que vale 35 centavos.








La cuestión es que en las tablillas de precios de cualquier establecimiento: cafeterías, mercados agropecuarios, etc., las monedas fraccionarias del peso,  no existen. Incluso con este, se puede tomar una taza de café, un vaso de  refresco, un caramelo, una minidosis de condimento, en fin...

El centavo, al que también le dicen popularmente quilo, es menospreciado y despreciado, ignorado, olvidado, abandonado.  En la capital cubana, a nadie se le ocurre completar el pago de cualquier cosa con estas monedas, por la sencilla razón de que no se acepta.




Hace años, mucho antes del periodo especial, escuché el comentario de un anciano que le pagó a un conductor, con veinte quilos, y éste los lanzó por la ventanilla, alegando que él no cargaba kilos, porque le ocupaban mucho espacio.



Los conductores fueron sustituidos por las alcancías recaudadoras y el precio del pasaje subió pero, poco a poco, la tendencia se convirtió en hábito. 

Los jóvenes de entonces, han envejecido y las generaciones actuales, no quieren en sus bolsillos, mochilas o monederos, no ya el centavito, que ha ido desapareciendo hasta convertirse casi en museable, sino las otras monedas en cuestión.

 
Institucionalmente, las monedas fraccionarias se mantienen vigentes, sin embargo, social y económicamente, las ganancias de los trabajadores, sobre todo los conocidos como cuentapropistas, suman las ganancias sin tener en cuenta que los centavos también pudieran contar.    

Las monedas cuentan la historia de los pueblos, y esas monedas que nuestra sociedad hoy no aprecia en su justo valor, dentro de varios años tendrán un considerable valor patrimonial, como joya numismática.    

Por cierto, el centavo que ilustra este comentario lo están ofertando para coleccionistas,en un sitio en red, nada más y nada menos que en 85 pesos, y puedo asegurarles que no se trata de pesos cubanos. 

Como muchos otros comentarios acerca del tema, este también caerá en saco roto, porque, al fin y al cabo, el quilo no tiene vuelto.





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